Con motivo del día de Andalucía 28F, nos hacen llegar el siguiente comunicado por parte de la coordinadora nacional:
El 28 de febrero es para los andaluces un día para reflexionar, para dignificar nuestras diferencias, porque son éstas las que nos unen como pueblo soberano, en el que estamos unidos en lo fundamental: somos una nación con personalidad propia, con hablas personales, con recursos propios y con una historia común.
El 28 de febrero es la culminación de un proceso que empezó un 4 de diciembre, jornada en la que miles de andaluzas y andaluces salieron a las calles a reivindicar lo que nos pertenecía como pueblo, y lo que hoy sigue siendo la base de nuestra autonomía: mayor libertad para luchar por nuestro bienestar. Solo con esa libertad podremos alcanzar una autonomía plena que nos permita poder terminar con la dependencia política y la explotación económica que padecemos.
Tal día como hoy, se forjan los cimientos de nuestra tierra y se allana el camino hacia nuestra soberanía, pero ésta es una tarea ardua que requiere de esfuerzo por parte de todos los andaluces, que debemos trabajar en nuestra conciencia como nación, para conseguir situar a Andalucía en el lugar que le corresponde.
No hay que olvidar, que Andalucía representa una quinta parte de la población española, y que, sin embargo, carece de una formación política que defienda nuestros intereses específicos. A nivel estatal, no contamos con una representación parlamentaria genuinamente andaluza, verdaderamente capacitada y consciente de las necesidades reales de nuestra tierra.
El 28 de febrero es una jornada en la que debemos reflexionar sobre la necesidad de que nuestra tierra disponga de instrumentos eficaces que nos sitúe en pie de igualdad con los demás pueblos del Estado. Hay que tomar conciencia de la discriminación constitucional que sufrimos en Andalucía, urdida por los partidos centralistas que utilizan esta tierra para dar el salto en sus carreras políticas.
Y el catalizador imprescindible para la consecución de los cambios que necesita nuestro pueblo se halla únicamente en la conciencia andalucista, en la transversalidad del Andalucismo, como medio para la consecución de la plena autonomía.
Solo desde el Andalucismo podemos reforzar y modernizar el proyecto integrador que es nuestra tierra, en el que el pueblo andaluz se gestione desde su interior y avance hacia el futuro, y en el que se reconozcan todos los andaluces y andaluzas.
Ya lo dijo Blas Infante a principios del siglo pasado: “Este es el problema: Andalucía necesita una dirección espiritual, una orientación política, un remedio económico, un plan de cultura y una fuerza que apostole y salve”. Y ello solo se consigue con Andalucismo.
El 28 de febrero nos sirve para seguir alzando la voz en pro de una Andalucía plural, inclusiva, feminista, solidaria, verde y multicultural, como valores esenciales que nos vertebran y diferencian como pueblo.
El 28 de febrero representa lo que somos: personas que no toleramos el desmantelamiento del -ya de por sí mermado- tejido económico e industrial, y nos movilizamos para protegerlo, que no nos callamos ante el desprecio y la burla, que no agachamos la cabeza, ni escondemos nuestros maravillosos y genuinos acentos, los que cuidamos de nuestro patrimonio cultural y natural, los que sufrimos cada vez que vemos los alarmantes datos de desempleo, o presenciamos como nuestros talentos se tienen que marchar a otros lugares donde poder ejercer su profesión.
Es el momento de alzar la voz. Es el momento de reivindicar lo que nos corresponde. Es el momento de ponerse en pie. Es ahora. ANDALUCES LEVANTAOS.
Y que Viva Andalucía libre.